Al comprar cualquier producto sabemos que hay que pagar un precio que puede ser alto o muy bajo de acuerdo a la calidad del producto adquirido, cuando el costo es muy elevado la tendencia nuestra es cuidar y dar valor a lo adquirido, igualmente hay que pagar el alto precio por una relación matrimonial saludable y establ. En el desarrollo de la vida matrimonial, es necesario recordar que no solo construimos nuestra felicidad, sino que también estamos colocando los fundamentos para que nuestros hijos y nietos construyan la suya.la fidelidad porque ella brinda muchos beneficios como el mantener la paz interior, la felicidad de la familia, por ser justo especialmente cuando se trata de hacer valer la promesa compartida en los votos matrimoniales. Nos casamos para ser fieles el uno al otro, para acompañarnos en las buenas y en las malas, en salud o en enfermedad, en riqueza o en pobreza y hasta que la muerte nos separe.
Salomón nos aconseja en Proverbios 6: 32.33 cuando afirma”El adultero es hombre sin cordura .Destructor de si mismo es el que tal hace. Llaga vergonzosa hallara y su infamia nunca será borrada” pero también dice al hombre cómo disfrutar plenamente su sexualidad con libertad, paz y seguridad que solo se logra respetando fielmente nuestro pacto matrimonial: “¡Goza con la esposa de tu juventud! Es una gacela amorosa, es una cervatilla encantadora. ¡Que sus pechos te satisfagan siempre! ¡Que su amor te cautive todo el tiempo!”. (Proverbios: 5:18-19) Cuando somos fieles a la persona que amamos, somos fieles con nosotros mismos, sin embargo existen personas que eligen ser infiel porque el amor se les termino en lugar de renovar su relación en amor llevando las consecuencias de sus actos infieles prefieren ocultar una nueva relación de placeres momentáneos, mentir ,desarrollar en su vida diaria sentimientos de culpa, vivir en temor , que finalmente lleva al sufrimiento a toda la familia especialmente a los niños aun sin darse cuenta que la principal víctima es el mismo porque pierde la paz, la confianza y el respeto de los suyos por tanto ¡No vale la pena ser infiel!
Ahora bien, La fidelidad tiene también sus consecuencias que vale la pena considerar primero nos protege para asumir responsablemente las palabras empeñadas en pacto a nuestro conyugue. Pero como podemos mantenernos en fidelidad ella se protege manteniendo una buena comunicación con nuestra pareja, siendo amigo o amiga de la persona que amamos, cuidando los detalles, admirando y respetando.
Debemos aprender a luchar con la rutina, y con el cansancio extremo. Debemos resolver los problemas pendientes, y pasar tiempo a solas con la persona amada. El matrimonio se protege con pequeños detalles, pero, sobre todo, decidiendo ser fiel al pacto matrimonial. Disfrutemos de nuestra intimidad sexual y deleitémonos con la persona que amamos, con la que construimos una relación de amistad y compañerismo: nuestro cónyuge. El amor no crece por sí solo, el amor se cultiva, se protege y se alimenta. Un matrimonio donde la pareja es fiel el uno al otro permite a los hijos crecer en un ambiente de seguridad emocional, donde son amados, valorados y apreciados, ven a la familia como una relación de inspiración, respeto , reconocen la autoridad y tienen mayor seguridad a la hora de construir su propio proyecto matrimonial.