El Tiempo: Inversión irremplazable e irreversible

    
 Para obtener el mayor provecho de la vida es necesario tratar el tiempo con seriedad porque  es irremplazable, e irreversible, fácil de  invertir bien pero también  de malgastar de  forma insensata. Desafortunadamente   la mayoría de las personas rigen la vida en relación con la planificación y manejo del tiempo de forma deficiente.

     La biblia  en Efesios 5:16 exhorta: Aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Esta amonestación  motiva a invertir bien el tiempo para aprovecharlo al máximo, como  una  oportunidad que Dios  nos da  en la vida para alcanzar el mayor  potencial  humano.

     Es indispensable planificar la vida personal, vivir de forma equilibrada asignando tiempo y  orden a realización de las actividades en el momento y lugar exacto, por causa de los días malos, hay que invertirlo  con sabiduría, para sacar el mayor provecho de la vida. El salmo 90:12  señala que Dios puede enseñar a contar nuestro tiempo para invertirlo sabiamente.

     Existen malos hábitos y cosas que impiden alcanzar el mayor potencial y ayudan a malgastar el tiempo por tal razón es necesario eliminar entre ellas mencionaremos: Una mente dividida que lleva a pensar de manera  fragmentada, sin concentración  es perjuicio y atenta en alcanzar el mayor potencial

-La pereza lleva  la persona a ser  indolente, eludir el trabajo y malgastar el tiempo   pecado  contra Dios por malgastar la vida. La influencia de las demás personas, en el sentido negativo es un perjuicio para el desarrollo de lo que se desea alcázar según lo deseado de las demás personas, sino que se debe ser guiado por Dios en su propósito, y plan.

-Las prioridades inapropiadas  como la ambición incontrolada tienen que ver con los valores que dominan la vida  haciendo perder la sincronización  y el equilibrio de las  necesidades interna con el fin de   ajustarse a las normas que el mundo  valora dejando de ser obediente a Dios. 

-La falta de compromiso en el día de hoy, es necesario a veces revisar y preguntarse ¿estoy comprometido con quien?, ¿cual es la prioridad?, ¿Tengo obediencia a Dios pasa lo que pase?, según sea el compromiso es el tipo de vida y los valores que manifestamos.