Una crisis es un cambio
brusco o una modificación importante en el desarrollo de algún suceso. Dichas
alteraciones pueden ser físicas o simbólicas. Crisis también es una situación
complicada o de escasez.
Es decir una crisis es un cambio brusco un trastorno o desorganización que se caracteriza por ese sentimiento de incapacidad que experimenta la persona para enfrentar esa situación o circunstancia en particular usando los métodos o formas conocidos y utilizados por él para solucionar los problemas por la efectividad para obtener como resultado la solución definitiva sea positivo o negativo al problema.
Una
crisis no significa que el matrimonio o cualquier tipo de relación se acabó. Las crisis son como las tormentas:
ruidosas, temibles y peligrosas. Pero para atravesar una tormenta tienes que
seguir conduciendo. Una crisis puede ser un nuevo comienzo. Es a partir del
dolor que gente y matrimonios grandiosos son producidos.
Crisis significa al mismo
tiempo peligro y oportunidad .Por tanto Tener una crisis no es sinónimo de negativo pero es necesario
comprender que nosotros somos los únicos que tenemos el poder de decisión para
hacerlo negativo, los momentos de crisis bien encausados podemos transformarlos
en etapas de crecimiento y desarrollo personal
y vida espiritual interior.
También debemos tener en cuenta y evitar la influencia de otras personas, medios y la sociedad que nos pueden llevar a tomar decisiones equivocadas por medio de falsos principios ideales.
Tenemos que tener presente
que las crisis son inevitables y la podemos vivir en cualquier ámbito de
nuestra vida pero nosotros siempre contamos con el poder de decisión para
convertirla en una oportunidad.
También tiene que tener
presente que usted no es primero ni el
último que está atravesando una crisis.
La convivencia de pareja y familiar después de 5 años de matrimonio provoca roces entre las diferentes personas que forman parte de ella, en ambas partes. Pero cuando estos roces son continuos y generan falta de comunicación o posiciones distantes, es cuando se puede hablar de un problema de pareja. Podemos estar tentados de disfrazar esta situación bajo la justificación habitual del estrés provocado por jornadas laborales interminables, el trabajo en casa o la presión del cuidado y educación de los hijos. Pero, a veces, simplemente es una cuestión no saber querer. Lo que ignora la mayoría de las parejas o no saben es que de las crisis bien resueltas sale su relación fortalecida, beneficiando a la familia completa Pero la tendencia natural de las personas que no desean madurar es huir , posponer para no enfrentar y salir de la situación de crisis.
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