PRINCIPIOS PARA VIVIR



Contrastes entre la integridad y la perversidad.


La integridad de los rectos los encaminará; Pero destruirá a los pecadores la perversidad de ellos. Proverbios11:3.

El libro de los Proverbios presenta al centrarse en su estudio principios bíblicos que podemos extraer para ser aplicados en la vida diaria el propósito del libro es: comunicar sabiduría e instrucción, ayudar a comprender palabras llenas de sentido, adquirir instrucción, prudencia, justicia, rectitud y equilibrio; hacer sagaces a los jóvenes inexpertos, y darles conocimiento y reflexión(1:1-4)

En el capítulo 11 presenta el contraste entre el hombre recto y justo, que camina en integridad tomando en cuenta los mandamientos de Dios en su vida practica y el hombre pecador y malvado que los ignora ;al igual que las características de ambos y las consecuencias finales de sus conductas.

Cuando la Biblia habla de la "integridad se refiere a la justicia y de hombres rectos", es aquel que trata de acatar la voluntad de Dios y las leyes o mandamientos de Dios.

Tenemos el deber de obedecer los mandamientos absolutos de Dios en nuestra vida y convertirnos en hombres y mujeres de integridad. Una persona de integridad es integrada y auténtica no hay ninguna dobles actitudes y acciones. Es decir no es falso que aparente ser lo que no es.

Nuestra intención es motivarlo para que durante este año comience a desarrollar una relación más profunda con Dios a desarrollar una vida de integridad.

En algunos aspectos, la integridad es un proceso de toda la vida. Pero tenemos que comenzar en algún momento. Nuestras vidas son las colecciones de elecciones que hemos hecho en el pasado, tanto bueno como malo. La Biblia es clara somos y obtenemos lo que sembramos en el trascurso de la vida: Alguien dijo: Siembra un pensamiento y se cosechara una acción, pero cuando se siembra esa acción se cosecharán los habito pero una vez que los hábitos están formados ellos van a definir el carácter y personalidad del ser humano , por tal motivo la integridad de vida se obtiene una forma de vida que finalmente cosechara un destino la condenación eterna por las malas obras o la herencia eterna que ha prometido Jesucristo a todo los que le aman y obedece su palabra y voluntad en sus vidas.

Quisiera alentarlo a comenzar a centrarse en el principio bíblico presentado aquí. Si usted quiere ser una persona de integridad, no ocurrirá de la noche a la mañana, pero si acepta a Jesucristo como Salvador la biblia dice que los que lo reciben y creen en su nombre son hechos hijos de Dios que han pasado de condenación a vida, además que cada día a día va a estar contigo para guiar hacia la obediencia a Dios. Pero si usted no sigue este plan y lo hace suyo para ser una persona de integridad, jamás ocurrirá.






El Ancla de Confianza en el Barco de la Vida. 

“Esta esperanza mantiene firme y segura nuestra alma, igual que el ancla mantiene firme al barco. Es una esperanza que ha penetrado hasta detrás del velo en el templo celestial”. (Hebreos.6:19) 
A veces las tormentas de la vida nos desviarán de nuestro curso  del propósito divino para nuestra vida por ceder a la presión que nos conduce a una vida de desobediencia y egoísmo. 
Entonces para evitar  terminar naufragando espiritualmente,se cuenta con un recurso excelente que es la palabra de confianza dada por Dios la biblia . No debemos permitir que las corrientes contemporáneas nos alejen de la comunión Divina. 
El adecuado conocimiento de Dios revelado por su palabra la biblia, es esencial para lograr la estabilidad emocional  y espiritual en el desempeño personal cotidiano. Sobre todo, debemos tener presente que la Palabra de Dios es ancla que puede mantener firme en cualquier adversidad, pues sabemos que Él mismo ha dicho que “la Palabra del Dios nuestro permanece para siempre” (Isaías 40.8) y, también, que es lámpara a nuestros pies y lumbrera a nuestro camino(Sal 119.105).

Gracias a eso, no puede haber duda alguna  que podemos confiar  en la biblia ella encontraremos dirección, fortaleza y estabilidad para resistir cualquier tormenta.

A veces las tormentas de la vida nos desviarán de nuestro curso para ceder a la presión que nos conduzca a una vida de desobediencia y egoísmo.

1.-Por una parte, nosotros mismos podemos provocar las tormentas espirituales  cuando pecamos, al actuar con imprudencia sin medir las consecuencias, por falta de experiencia

2.-Otra forma es porque otras personas las promuevan. Satanás también las interpone para alejarnos de Dios y de sus preceptos. Algunas ocasiones el mismo Señor permiten, Él siempre usa cualquier tormenta para nuestro bien.

Entonces para evitar  terminar naufragando espiritualmente y no debemos permitir que las corrientes contemporáneas nos alejen de Dios.
1_ Anclémonos en su Palabra. Ella nos fortalecerá, nos recordará las promesas del Padre
2.- Renovará nuestra mente con su perspectiva eterna acerca de lo que confrontemos en el presente; de esa manera nos servirá de guía, única forma de enfrentar  las circunstancias adversas en la vida. 
3.- Pero la única forma de que nosotros podemos superar todas las tormentas si estamos anclados en la roca firme, la Palabra de Dios




APTOS PARA SERVIR
Cualquier oficio o trabajo requiere conocimiento, experiencia y competencias para el desempeño, por eso existen cursos, estudios especializados, profesiones, en cualquier rama laboral y científica.

Lo mismo ocurre en el ámbito espiritual, se requiere de una preparación, experiencia, poder, autoridad, además de reunir los requisitos para ser aptos para servir. Todo lo bueno que ocurre en el mundo y en esta sociedad corrompida se debe a la influencia del Espíritu Santo. Por esa situación decadente del mundo Dios llama a realizar un trabajo espiritual por medio del ministerio. El Espíritu Santo en la vida de las personas se encarga de llamar, guiar, enseñar, capacitar, santificar, revestir de poder y autoridad, por medio de su obra y presencia la adecuada herramienta de evangelización

Son cuatro los requisitos básicos que hacen al creyente apto para el servicio eficaz. El primero es la conversión con él se obtiene la salvación y el testimonio personal sirve para compartir el mensaje del evangelio a otros. El segundo requisito es la consagración de la vida al servicio de Dios, es la demostración de la gratitud hacia el sacrificio de Jesucristo y de ser creyentes genuinos al compartir el mensaje del evangelio con los demás.

Luego el paso más decisivo el de aceptar el Señorío de Jesucristo en todas las decisiones de la vida personal, requisito indispensable para que el Espíritu Santo controle para cumplir el propósito divino por medio del creyente.

La iglesia es el cuerpo de Cristo, por esta razón tiene su poder y autoridad, pero el control del Espíritu Santo en la vida personal del creyente provee la capacidad especial para llevar a cabo el ministerio y es el medio para el acceso a la fuente del poder y autoridad. Se puede servir a Dios a medias, posiblemente hasta se llame o crea discípulos de Jesucristo, pero sin la experiencia de la conversión, consagración, y sometimiento al señorío de Cristo y el control del Espíritu Santo, es difícil ser aptos para servir, la persona no tendrá el poder y autoridad para cumplir el ministerio que Dios le ha encomendado.



Consecuencias de la obediencia.


Es necesario tener claro la definición de obediencia: para algunos es la  acción   de cumplir, aceptar  los  deseos y órdenes de una autoridad, pero  también es un hábito de comportamiento social y estilo de vida en  relación con los demás. 
La obediencia  está fundamentada en la recomendación bíblica, existe varias formas de obedecer. Primero  el  sometimiento   mutuo, según  Efesios 5.21. Dice:”Sométanse los unos a los otros por obediencia a Cristo”. Someterse a otros es vital para relacionarse adecuadamente en el hogar, familia y  sociedad.
Según lo expresado anteriormente la obediencia  es algo normal,  sencillo establecido por Dios  al crear al hombre como ser social. En Romanos 13:1 señala otra forma de  obediencia a las autoridades, los ciudadanos han de obedecer a los gobernantes, pero  también quienes gobiernan han de procurar el bien común Y por ultimo pero importante es obedecer y  cumplir con las leyes,  de Dios y las leyes establecidas en el país.
Las personas que nunca toman en cuenta las leyes y se someten en obediencia a otros,  no sabe convivir en sociedad y esto les acarreara sanciones.
Las consecuencias de ser obedientes es obtener el desarrollo del dominio propio y una voluntad  fuerte.
La decisión de obedecer es prueba de libertad inteligente.
 La obediencia es la demostración de virtudes excelentes como el amor,  la paz y solidaridad para contribuir en búsqueda  al bien común, amar es desear el bien a otros; el bien de la familia, la sociedad y el país.

Sin embargo, cuando  las autoridades ordenan acciones contrarias a la ley de Dios en este caso especifico  "hay que obedecer a Dios antes que a los hombres", sin faltar  el respeto  a la autoridad, como  Dios  también desea. 



La decepción y la elección personal.




Las decepciones son inevitables en la vida, pero sentirse desanimo por causa de ellas es una elección personal. La Biblia señala que: Hasta los jóvenes pueden cansarse y fatigarse, hasta los más fuertes llegan a caer, pero los que confían en el Señor tendrán siempre nuevas fuerzas y podrán volar como las águilas; podrán correr sin cansarse y caminar sin fatigarse. Isaías40:30-31

La decepción es una emoción, experimentada por todas las personas, se relaciona con eventos, circunstancias, personas, situaciones externas, que pueden afectar internamente por medio del desaliento.

El desanimo al igual que la decepción es una emoción, impredecible, contagioso, genera desesperación, pensamientos y sentimientos negativos dañando la voluntad, se manifiesta en la quejas, pero al enfrentarlo es temporal y desaparece.

Las decepciones producen el doble ánimo, afectando el actuar bien, cumplir responsabilidades y obligaciones, influye en la perdida de la confianza en Dios y en sí mismo, Afecta el desempeño en la vida cotidiana buscando culpables de lo que acontece.

Al estar desanimados se corre el riesgo de tomar decisiones incorrectas, debido a la alteración sufrida para emitir juicios produciendo malas decisiones.

Para atacar el desanimo es necesario identificar la raíz objetivamente.

Fijar la atención en las posibilidades de Dios y no en los recursos propios y fortaleza personal, asumiendo las reacciones correctas

Recordar situaciones anteriores resueltas exitosamente con la ayuda divina.

Pensar en lo que se puede hacer para mejorar la circunstancia y no en la situación

Recuperar las fuerzas físicas y espirituales por medio del descanso y la búsqueda de mayor intimidad con Dios.

Confiar y depender para cualquier decisión en las promesas Divinas

Reorganizar las prioridades de la vida fijando patrones de disciplina como el uso del tiempo y dedicación de actividades

Reaccionar con actitud positiva ante cualquier circunstancia que venga sin crearse falsas expectativas de las situaciones y personas, aprender y utilizar cada situación para madurar y adquirir experiencia




LA FUERZA PARA TRABAJAR CON EXCELENCIA


Raisa B. Linares
fundamentofamiliar@gmail.com

COLOCENSES 3:23 “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón como para el Señor y no para los hombres”

Todos queremos sacarle el mayor provecho a los estudios realizados y obtener un buen empleo, pero a veces la situación actual o la actitud personal pueden hacer que eso resulte difícil.

Revisemos ¿Que recomienda La Biblia en relación al empleo?

1.-Véamos como un servidor. Jesús vino a la tierra, no para ser servido, sino para servir, y nos mandó a tener esta misma disposición (Mt.20:25-28). Quizás usted siente que su sueldo no es justo, pero llegar tarde a la empresa, salir temprano o alargar la hora del almuerzo no es la manera de quedar a mano.

Si a usted le pagan por laborar ocho horas, tiene que dar las ocho horas completas. ¿Por qué razón? Porque usted es un servidor, y los buenos servidores cumplen con sus funciones. Además, la mejor forma de ascender es sirviendo.

2.-Usted es un líder. Cualquiera que desee ser un líder, debe adoptar la actitud de un servidor (Lc 22:26). Es el empleado humilde, el que labora con empeño y con una buena actitud, a quien la empresa ve como alguien capaz de liderar. Nunca dude usted del efecto de su actitud sobre quienes le rodean, incluso sobre su jefe

3.-Haga su trabajo como para el Señor. No importa que no nos parezca justa la administración de la empresa, debemos cumplir dando el máximo esfuerzo a nuestro empleo, porque Jesucristo es, al final de cuentas, nuestro jefe, y Él siempre está en el lugar donde trabajamos.

Nuestro jefe ejerce autoridad supervisora sobre nosotros, pero Jesucristo es nuestro Señor: trabajamos para Él.

4.-Otra razón por la que debemos dar lo mejor de nosotros mismos, es que el Espíritu Santo está presente, equipándonos y dándonos energías para todas las tareas que debamos realizar. ¡Cometemos un terrible error cuando dividimos nuestras vidas! Podemos pensar que de lunes a viernes trabajamos, que el sábado divertimos, estudiamos y que el domingo adoramos a Dios.

En realidad, adoramos a Dios no sólo en la iglesia el domingo, sino cada día de la semana, al hacer bien nuestra función laboral, servir a la familia y obedecer todo lo que el Señor nos manda hacer.

5.- Si Jesucristo es nuestro Salvador presentar el mensaje del evangelio, no podemos excluirlo de ninguna parte de nuestras vidas. Esto incluye el empleo que tenemos.

Podemos concluir citando Colosenses 3:24 expresa algo maravilloso al decirnos que debemos vernos como servidores. ¡Aunque usted no esté recibiendo un salario justo en estos momentos, llegará el día en que será recompensando más allá de lo que pudiera pensar!



LA INTIMIDAD CON DIOS, IMPACTA LA VIDA PERSONAL




Raisa. B. Linares
fundamentofamiliar@gmail.com

Gen.1:26.Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza y ejerza dominio……..Dios nos creó el ser humano y por lo tanto  todas las personas necesitan saber que tienen un creador

Ademàs Dios quiere que sepamos que Él nos ama. Una de las  necesidades  más grandes de nosotros como seres humanos es saber que somos amados, estar seguros alguien nos ama, nos acepta tal como somos, que le importamos a alguien, que se interesa sinceramente por nosotros sin esperar algo a cambio.

Dios quiere que nos rindamos y le aceptemos a Él y tengamos una relación personal  porque: Nos ama, y desea tener nuestro compañerismo además de nuestra adoración por ser nuestro creador.

Cuando nos rendimos al Señor Jesucristo: el se convierte en nuestro Salvador, Señor y mejor Amigo.

Dios es omnipotente, pero nunca violará Sus propios principios. Espera tener la libertad de bendecirnos darnos todo.

Quiere que el servicio que le demos sea efectivo y fructífero y nuestras vidas tendrán un mayor impacto.

Dios siempre quiere lo mejor para nosotros Él nos atrae en a Sí mismo para que podamos experimentar Su amor y Su perdón.

Tiene sentido aceptar a Dios, porque cuando lo hacemos crece nuestra intimidad con Él crece y comenzamos a tener un impacto en nuestro mundo.

LA DECISION DE CONFIAR  



Son las pequeñas decisiones que tomamos, las que nos enseñan a confiar en Dios cuándo las decisiones grandes surgen. Es el tiempo de confiar y poner en práctica las promesas de Dios, porque aun cuando nosotros "somos desleales, Él permanece fiel." (2 Timoteo 2:13). Es decir Dios no abandona ni olvida; Él llevará a la victoria siempre, es el Único que jamás defrauda.

Tal vez las más grandiosas promesas proféticas fueron las referentes al Mesías, cuya venida había sido deseada por el pueblo de Israel a lo largo de varios siglos. Muchos profetas hablaron acerca del hijo de Dios y durante cuatro siglos esperaron el nacimiento, pero cuando llegó el tiempo señalado Jesucristo, vino para reconciliar a la humanidad con el Padre celestial.

Después de todo, 400 años es mucho tiempo para esperar cumplir una palabra. Pero, lo demuestra la historia, Dios cumple sus promesas, confiable, incluso en tiempo de espera y expectativas.

Podemos esperar confiados en las promesas de Dios en las Escrituras, se cumplirán. Dios promete si creemos en Jesucristo como Señor y Salvador y decidimos seguirlo, seremos salvos del juicio final, estar seguros que hemos sido perdonados y redimidos y nada puede separarnos del amor de Dios.

Podemos confiar también que Él hará todo lo necesario para cumplir su propósito en nuestras vidas. Estas son solo tres promesas fundamentales; pero la Palabra de Dios contiene muchas más para vivir dignamente como hijos de Dios.

Medite acerca de la fidelidad de Dios en su propia vida, y entienda que Él también será invariable en el futuro, Él promete que le guiara más allá de la muerte al vivir obedientemente. Usted puede tener la plena confianza en que Él hará todo lo que ha prometido. Aun cumplirá el juico contra toda la humanidad