Las convicciones que rigen la vida personal

Las convicciones son todas las creencias que rigen la vida personal y sobre ellas una persona fundamenta sólidamente el sistema de valores, motivándola a la acción y alrededor va a girar todos los aspectos vida cotidiana.

Lo importante es que podemos escoger y establecer las convicciones que deseamos que rijan la vida personal , existen dos alternativas ,una de ella es la vía piadosa , aceptar la verdad del evangelio, para que todas las creencias se van fundamentar en Dios, su palabra, plan y propósito

En la actualidad la mayoría de las personas son guiadas establecer convicciones y tomar las decisiones por las preferencias personales, por que se adaptan fácilmente a las circunstancias sin medir las consecuencias de la acción.

Sin embargo, las consecuencias de esta forma de pensar, son sustanciales, obviamente, cuando estas se establecen a la ligera se terminan traicionando y dejando de lado los valores inmutables establecidos por Dios. A menudo, esto lleva a que se violan leyes terrenales y divinas. Pero puede haber otro costo "oculto" que muchos de nosotros descuidamos que es el eterno.

Lo que una persona cree lo demuestra por sus convicciones, determina el estilo de vida y revela las prioridades, todo lo importante para él. En este aspecto cuando escogemos el evangelio la biblia señala que: “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.” La gente a su alrededor quiere saber si su vida es consecuente con los principios bíblicos Ellos quieren escuchar en nuestras conversaciones, que somos fieles a nuestras convicciones.

Podemos concluir que al edificar la vida en principios bíblicos es fácil enfrentar cualquier idea errónea, obtener fortaleza además de proporcionar la determinación y disciplina para soportar y triunfar por encima de la adversidad, hay subproductos adicionales a la perseverancia para enfrentar cualquier situación adversa y a sobrevivir en la sociedad actual estableciendo la diferencia en el hacer y el ser.