Existen diferentes tipos de abuso que ocurren dentro de la relación matrimonial entre ellos el más recurrente, silencioso y dañino, practicado a veces sin darse cuenta de forma consciente por los cónyuge, es el abuso emocional afectando a todos los miembros del grupo familiar.
Su origen se debe a heridas emocionales experimentadas en el pasado sin superar que marcan a la persona, que asume una conducta hiriente, desvalorativa y controladora contra su pareja, y se manifiesta a través de otros tipos de abuso como el físico, y el verbal, sin llegar a reconocer su responsabilidad de la conducta agresiva, culpando a la otra persona de causar la reacción de violencia.
Por lo general el maltrato sicológico va acompañado de palabras hirientes, vulgares, insultos, ofensas que dañan la reputación y moral del cónyuge, manifestando el abuso verbal que produce también heridas emocionales en el otro.
Las consecuencias del abuso emocional son más destructivas que el abuso físico, produce trastornos sicológicos en la persona abusada emocional y físicamente, cumpliendo un ciclo de tensión, peligro aun con riesgo de muerte.
En la persona maltratadora también se producen consecuencias una de ellas es el aumento progresivo y continuo de la agresividad con el uso de golpes, heridas, humillaciones, insultos, con el objetivo de controlar y desvalorizar a la víctima hasta donde la persona abusada se lo permita, es decir solo ella como víctima es la única que puede detener el abuso y maltrato. Utiliza además de la fuerza física el chantaje sentimental, financiero, a los hijos , como excusa y ventajas para mantener la relación dependiente enfermiza,
Los efectos del maltrato emocional , físico y verbal sobre la persona abusada ,produce trastornos sicológicos afecta su identidad personal, pierde su autoestima, comienzan a sentirse y verse como una persona fracasada, con sentimientos de culpabilidad, castrado sentimentalmente, llega a perder la alegría, sueños, objetivos, el valor de la vida, desaparece en ella los deseos de vivir y llega a creer que es torpe y se merece todo el abuso que recibe, desarrollando una conducta depresiva y co dependiente del abusador.
La biblia en el libro de Proverbios 16:17 dice: “La norma de los justos es apartarse del mal; cuidar la propia conducta es cuidarse uno mismo.”Por tal razón es necesario preguntarse ¿Vale la pena vivir con el abuso y maltrato que estoy recibiendo de mi pareja matrimonial? O está en peligro mi integridad moral, física emocional y espiritual.
Una de las principales formas de alejar automáticamente a una persona con antecedentes de abuso emocional es desarrollar la autoestima balanceada, debido a que con ella no pueden establecer su ciclo de abuso y que entre en su juego, se aleja a buscar otra víctima por considerarla arrogante.
Como seres humanos somos creados a la imagen y semejanza de Dios y comprados con la sangre de Jesucristo en la cruz del calvario solo él tiene el derecho legal espiritual sobre nosotros y no una persona que nos desvaloriza, maltrata y crea sentimientos de culpa.
¿Cuál es la forma para salir de esta situación de abuso emocional?
La principal opción es establecer una relación e identidad en Jesucristo, el te hace libre de la culpa, comenzar a verte como Dios te ve, una persona valiosa, además comprender que si una persona no te considera así , no vale establecer ninguna relación con ella por no ofrecer un entorno seguro y confiable para ti.
Culmino con una frase:
“Ante las atrocidades tenemos que tomar partido. El silencio estimula al verdugo. ”Elie Wiesel.
Nobel de la Paz 1986
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