lunes, 14 de mayo de 2012

CRISIS MATRIMONIAL


Una crisis es un cambio brusco o una modificación importante en el desarrollo de algún suceso. Dichas alteraciones pueden ser físicas o simbólicas. Crisis también es una situación complicada o de escasez.

Es decir una crisis es un cambio brusco un trastorno o desorganización  que se caracteriza por ese sentimiento de incapacidad que experimenta la persona   para enfrentar esa situación o circunstancia en particular usando los métodos o formas conocidos  y utilizados por él  para solucionar los problemas por la efectividad para obtener como  resultado  la  solución definitiva sea  positivo o negativo al problema.

Una crisis no significa que el matrimonio o cualquier tipo de relación  se acabó. Las crisis son como las tormentas: ruidosas, temibles y peligrosas. Pero para atravesar una tormenta tienes que seguir conduciendo. Una crisis puede ser un nuevo comienzo. Es a partir del dolor que gente y matrimonios grandiosos son producidos.

Crisis significa al mismo tiempo peligro y oportunidad .Por tanto Tener una crisis  no es sinónimo de negativo pero es necesario comprender que nosotros somos los únicos que tenemos el poder de decisión para hacerlo negativo, los momentos de crisis bien encausados podemos transformarlos en etapas de crecimiento y desarrollo personal  y vida espiritual interior.

También debemos tener en cuenta y evitar la influencia de otras personas, medios  y la sociedad que nos pueden llevar a tomar decisiones equivocadas por medio de falsos  principios ideales.
Tenemos que tener presente que las crisis son inevitables y la podemos vivir en cualquier ámbito de nuestra vida pero nosotros siempre contamos con el poder de decisión para convertirla en una oportunidad.
También tiene que tener presente que usted no es   primero ni el último que está atravesando una crisis.

La convivencia de pareja y familiar  después de 5 años de matrimonio provoca roces entre las diferentes personas  que forman parte de ella,  en ambas partes. Pero cuando estos roces son continuos y generan falta de comunicación o posiciones distantes, es cuando se puede hablar de un problema de pareja. Podemos estar tentados de disfrazar esta situación bajo la justificación habitual del estrés provocado por jornadas laborales interminables, el trabajo en casa o la presión del cuidado y educación de los hijos. Pero, a veces, simplemente es una cuestión no saber querer. Lo que ignora  la mayoría de las parejas  o no saben es que de las crisis bien resueltas sale su relación  fortalecida, beneficiando a la familia completa Pero la tendencia natural de las personas que no desean madurar es huir , posponer para no enfrentar y salir de la situación de crisis.




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