miércoles, 21 de julio de 2010

CRONICA DE UNA CAIDA

EL MATRIMONIO Y OTRO DETALLES
Mas el que comete adulterio con la mujer, es falto de entendimiento: Corrompe su alma el que tal hace. Proverbios. 6:32
El amor conyugal y una profunda relación de amor hacia la pareja es vital para mantener la santidad sexual.
La caída sexual o el adulterio en la vida cristiana rara vez suceden de repente, por lo general se trata de un proceso gradual.
Al jugar con el pecado este reduce la sensibilidad, se permiten pensamientos inadecuados, el Espíritu Santo no puede hablar a la conciencia y tampoco es oído, y antes que la persona se dé cuenta viene la caída.
Anteriormente estudiamos la vida del joven David vencedor de gigantes ahora estudiemos la crónica de la caída en adulterio, pero también la restauración de Dios en la vida del Rey David. Al pensar en la caída del Rey David, quizás creamos que fue una calamidad instantánea. Algo así como una estrella fugaz.
Después de todo. ¿No era el hombre conforme al corazón de Dios? Lo que probablemente ocurrió, tal vez digamos fue que David quito la vista del camino un segundo y cayó en la zanja.
Sin embargo, no fue así como sucedió. Nadie cae repentinamente, ni siquiera David. Su gran pecado no ocurrió en un momentáneo, impetuoso e impulsivo arranque de pasión.
David cayó por pecados no confesado que finalmente, en el momento crucial llegaron a nublar su visión.
La inmoralidad comienza con pequeñeces actitudes aparentemente sin importancia y hábitos insignificantes, quizás un exceso de carias inocente con otra persona, fantasías con otra mujer, la lectura y chat, ver pornografía por revistas e internet, la fascinación con telenovelas y películas no recomendables.
Pequeñas cosas hechas en oculto pero que sin no las confesamos a Dios, si no reconocemos que son pecado nos pueden destruir.
El pecado comienza abrir grietas en nuestra vida espiritual y a bloquear la comunión con Dios, ninguna persona puede ver el inicio de esa grieta espiritual en tu vida solo tú, y hasta puede pasar inadvertida para otros.
Pero tarde o temprano toda la estructura de tu estará debilitada y todos serán testigo del derrumbe espiritual y la catástrofe que puede causar en la vida tuya, de tu familia, tus hijos, la iglesia y la nación dañando la sociedad con el cáncer del divorcio. Para concluir de acuerdo a nuestra santidad será nuestro éxito: Un hombre santo es un arma poderosa en la mano de Dios.

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